Saturday 18 October 2025
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diariolibre - 1 days ago

Historia financiera | Con Báez o sin Báez

Hace dos días, pudimos ver la notable entrevista al Secretario de la Cepal, quien argumenta que el mundo ha cambiado. De acuerdo a sus planteamientos, todos debemos prepararnos para las exigencias de estos cambios en materia productiva. Como algunos observadores habrán notado recientemente, la economía latinoamericana atraviesa un momento único de atención especial a los procesos inflacionarios. Según informa Bloomberg para el año 2025, los índices de inflación en los países latinoamericanos son los siguientes: Costa Rica: -0,94%; Panamá: -0,4%; El Salvador: -0,11%; Perú: 1,11%; Guatemala: 1,17%; Nicaragua: 1,4%; México: 3,57%; República Dominicana: 3,71%; Chile: 4%; Honduras: 4,16%; Uruguay: 4,20%; Paraguay: 4,60%; Colombia: 5,10%; Brasil: 5,13%; Bolivia: 24,15%; y Argentina: 33,6%.Estas cifras revelan un hecho que no puede esconderse: algunos países no logran salir de una alta inflación, mientras que otros la controlan de manera significativa y continua. Estos países, sus políticas, constituyen ejemplos de manejo monetario que podrían ser estudiados y aplicados por otras naciones del mundo con los mismos problemas. Como decía Stephen Covey en su célebre libro: “lo primero es lo primero”.El libro de Covey, éxito de ventas —es justo decirlo aquí— me fue regalado, y tuve ocasión de leer muchas de sus páginas bien concebidas. No se trata de un libro sobre finanzas de una empresa o de una nación, como los de Andy Kessler, articulista estrella de la revista Forbes ASAP en los años noventa, pero contiene valiosas enseñanzas aplicables a la organización y la gestión como en el caso de Kotler o Al Ries que, muy conocidos, ya lo habían hecho en sus textos. En esos años, los famosos noventas, los artículos de Kessler eran muy leídos por empresarios y personas de negocios. Otros escritores destacados que publicaban en la revista eran Tom Peters —bestseller y gurú de la administración (En busca de la excelencia, 1982)— y Thomas Sowell (Conflicto de visiones, 1987), abogado legendario y miembro de la Hoover Institution de la Universidad de Stanford.Quien sí visitó la República Dominicana fue Elizabeth Gilbert, autora de Comer, rezar, amar y de otras novelas muy leídas. Incluso se realizó una película basada en su obra, protagonizada por Julia Roberts, disponible en Netflix y en otras plataformas. Como otros han dicho antes que yo, durante los años de Buenaventura Báez se produjo una verdadera crisis monetaria debido a los préstamos contraídos con algunos aventureros financieros. Tal es el caso de Edward H. Harmont, quien firmó un préstamo de dos millones de dólares con Báez, con una alta comisión de cien mil, garantizado con los ingresos de aduanas, bienes nacionales, minas de carbón, bosques estatales y depósitos de guano de la isla Alta Vela. Así lo relata Antonio de la Rosa en su obra Las finanzas de Santo Domingo y el control americano (Santo Domingo, 1969). Estos fueron años de inestabilidad política. El término “montoneras” viene de esos años, un poco antes, que quiere decir montones de gente que eran usados por los caudillos para luchar en las batallas post independencia y post restauración con la prevalencia de los grupos políticos de todas las regiones.  Como hemos dicho, para demostrar el desbarajuste de la época, los textos historiográficos cuentan cómo nadie aceptaba las papeletas emitidas por Ulises Heureaux, que eran de tan mala calidad que hubo que retirarlas de circulación en todo el país. En aquella época, la deuda dominicana fue tema de intenso debate entre analistas financieros, incluso durante reuniones convocadas por Lilís en grandes edificios para discutir posibles soluciones a los problemas. Recogida en la memoria de algunos intérpretes de la economía, se recuerdan las palabras del dictador: “Saben mucho, pero no entienden nada”. De esta frase se desprende que Lilís tenía un sexto sentido para los entuertos en los que se había metido en el mundo de las finanzas. Posteriormente, creó un banco nacional, aunque incurrió en nuevas deudas. Fundado en 1889, ese banco continuó enfrentando problemas, reflejando los efectos de una gestión desorganizada. Y esto ha sido documentado por nuestros historiadores que han estado diciendo que ese mundo de las finanzas lilisistas, es un caso notable de mala administración del Estado. De manera similar, se puede observar cómo Argentina enfrentó su crisis económica durante el kirchnerismo y cómo la gestión actual de Javier Milei intenta estabilizarla en mares turbulentos. Como hemos visto, economistas argentinos de gran trayectoria aseguran que la situación económica y monetaria del país está hoy mejor que hace dos años. Siempre se ha sabido que los temas esenciales de la economía son la inflación y el desempleo, como explica un profesor que analiza la lucha contra la deuda, la cual, según opina, Milei ha encarado con coraje. En su última comparecencia, Donald Trump condicionó la ayuda económica a Argentina al resultado de las elecciones legislativas, pintándose un futuro imprevisible que ha sido causa de algunos tuits que se han tornado virales.  En cuanto a la República Dominicana, se disfruta de un estatus monetario estable. A Valdez Albizu hay que reconocerle —como ya lo hizo la revista The Banker— su estilo al conducir las finanzas nacionales de una manera seria. He perdido mi ejemplar del libro de Troncoso, pero sé que una copia se conserva en la casa de la familia Troncoso. Ahora recuerdo su lectura y la manera magistral en que relata la historia de la crisis hasta la llegada de la Convención Dominico-Americana de 1924.


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