Diputados con bancas de loterías defienden su calidad para ser legisladores

Los diputados que son propietarios de bancas de loterías dicen ser los más interesados en regular el sector para detener la instalación desordenada de nuevos puntos de venta que, según algunos de ellos, proliferaron más durante la pandemia. Incluso nuevas loterías fueron aprobadas y otras van en camino de serlo. Los legisladores explican que, con el levantamiento de las restricciones en cuanto a la distancia mínima entre cada una, comenzó una competencia del que tenga más sucursales que amenaza con llevarlos a la ruina. Al desorden se agrega la aprobación de nuevas loterías como La Primera, Lotedom, que opera desde el 2014, y La Suerte Dominicana, que obtuvo su permiso el 5 de agosto del 2020.“Hemos querido llegar al Congreso para emitir leyes que nos permitan regular este sector”, confiesa Florián Terrero. Sostienen que no solo el dinero obtenido a través del negocio de las bancas de lotería jugó un papel para ganar sus curules en la Cámara de Diputados. La mayoría de ellos tienen en común que se iniciaron en los juegos de azar desde que eran menores de edad en la venta de las “caraquitas”, desde donde fueron creciendo hasta constituir millonarios consorcios.El diputado Carlos José Gil Rodríguez, propietario de las bancas La Dinámica, piensa que, si bien el dinero es importante en la política, nada se obtiene si no se está cerca de la gente y se muestra interés por los problemas que afectan a las comunidades. No ve incorrecto que un legislador venda loterías, ya que jugarlas es un acto voluntario para adultos. “El que quiera jugar que yo nunca he jugado, y si lo hago es con mi dinero”, apunta el congresista por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Respecto al uso de esos negocios para lavar activos de origen ilícito, estima que “el que brega con rifa no tiene necesidad de hacer cosas malas”, pero advierte que quien quiera ingresar al negocio ahora no encontraría la forma de subsistir.Gil Rodríguez vendía “caraquitas” cuando tenía 16 años, por lo que llegó a caer preso, hasta que las bancas fueron regularizadas en la Ley 80-99 en el año 1999. Existía solamente la Lotería Nacional, con un sorteo los domingos, que luego empezó a efectuarse también los miércoles y, eventualmente, todos los días. El diputado por Santo Domingo Este narra que abandonó la carrera de Ingeniería Electromecánica cuando empezó a trabajar para hacer crecer sus negocios. Sus padres, una ama de casa y otro policía, no podía costear sus estudios. Actualmente está de término en la carrera de Derecho en la Universidad Abierta Para Adultos (UAPA). Tiene cerca de 400 bancas de lotería, 240 propias y el resto en asociación con los propietarios. “La gente de este sector es muy honesta y trabajadora”, asegura el diputado de Barahona y propietario de bancas Los Mellizos, Manuel Miguel Florián Terrero. No cree ser un mal ejemplo por vivir de las rifas, ya que las bancas aportan una parte importante del presupuesto, pero sí está de acuerdo en que se reduzca el número de ellas. Florián Terrero tiene más de 600 bancas, y dice pagar 4,500 pesos mensualmente por la franquicia o permiso de operación de cada una. Llegó a segundo grado de bachiller, e ingresó a la política en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Ganó una diputación en el 2016, y la reelección en 2020 por el Partido Revolucionario Moderno (PRM).El diputado Melvin Alexis Lara, dueño de las Bancas Alex Lara, heredó el trabajo de la venta de loterías de sus padres, y lo ejerce desde los 12 años. También tiene colmados, almacenes y compraventas. Declaró una inversión de 24 millones de pesos en esos establecimientos, y ganancias por 350 mil pesos mensuales. El diputado de Santo Domingo dice que fue la misma gente de su comunidad que lo impulsó a aspirar a una diputación, viendo el trabajo de asistencia social que realizaba. Cuando todavía tenía aversión por la política, sacaba un porcentaje de las ganancias de sus negocios para hacer regalos en tiempos de navidad, semana santa, inicio del año escolar y costear operaciones de personas enfermas. Decidió incursionar en la política en el 2009, y ganó la diputación por Santo Domingo en el PRM en el 2016, repitiendo en el 2020. Empezó a estudiar Contabilidad en la Universidad Apec, y más tarde desertó. De acuerdo a Eduard Espiritusanto Castillo, legislador de La Romana por Fuerza del Pueblo (FP), los enemigos del negocio de las bancas venden la idea de que la actividad es usada para lavar dinero. Entiende que cualquier negocio puede usarse para el ilícito, y no solo las bancas. “Las bancas lo que mueven son ‘cheles’, con lo que no se puede lavar dinero”, señala.Espiritusanto considera que ningún negocio que pague impuestos es un mal ejemplo, ya que su actividad es legal. “Mal ejemplo es ser un vago y no aportar al desarrollo”, agrega. Declaró una fortuna que supera los 400 millones de pesos, con más de 600 puntos de venta en bancas Loteka y Eduard. Espiritusanto es bachiller y piensa estudiar Derecho. La Ley 61-18, que aprobó el Presupuesto General del Estado para el año 2019, levantó la prohibición de la instalación de nuevas bancas de lotería que establecía la 139-11, sobre Reforma Tributaria, solo para el año fiscal 2019. La cantidad de bancas siguió aumentando desde ese momento. Gil Rodríguez dice que el negocio es cada vez menos rentable, y encima mucha gente vende números en sus celulares o en verifones (aparatos utilizados para pagos electrónicos). Cuenta que ha encontrado a sus propias empleadas vendiendo con esos dispositivos dentro de sus locales. Lara Melo denuncia que cuando la Ley 139-11 ordenó que todas las bancas se regularizaran en la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) se desordenaron las operaciones y cientos de bancas que estaban legalizadas quedaron afuera. Hoy día, unos dicen pagar el impuesto mensual por la franquicia a la DGII, otros al Ministerio de Hacienda y algunos a la Lotería Nacional (LN). Lara Melo paga 5,163 pesos mensuales de impuestos. Poner bancas con un supuesto nombre al lado o al frente de otras existentes, para luego identificarse con el nombre real del consorcio, es una de las formas de competencia desleal que enumera Melvin Alexis Lara Melo. Tampoco se cumple con el pago de los premios establecidos en la resolución 04-2011 de la Lotería Nacional en no más de un 72 % por cada peso apostado, en razón de 65 pesos en primera, 5 en segunda y 2 en tercera. Algunas loterías y bancas pagan 80 pesos en primera, 12 en segunda y 4 en tercera, para unos 96 pesos por cada peso apostado. Las tripletas y los palé les dejan pérdidas porque en la competencia se fue subiendo el monto a pagar. La LN estandarizó el monto a pagar por esos dos productos, a saber: mil pesos por cada peso apostado en los palés, y 20,000 por cada peso en las tripletas. Pero muchas bancas y loterías pagan hasta 1,500 pesos por palés y hasta 30 mil por tripleta.Lara Melo tuvo que unirse al consorcio La Esperanza para salvar sus 114 bancas, luego de lo cual pagó a Hacienda 3.4 millones de pesos para regularizar 34 locales, a 100 mil pesos cada una. Dice que nunca obtuvo los permisos ni le devolvieron el dinero, y que no fue el único que perdió dinero de esa manera. No todas las bancas pertenecen al consorcio del que forman parte. Muchas de ellas son de personas que se afilian a un consorcio para que las “aguanten”, y se dividen los porcentajes de ventas y ganancias, después de sacar los gastos. A los consorcios les toca entre un 2 % y un 4 % de las ventas, y otro 15 % o más de las ganancias, si las hay. Si el negocio es propio puede dejar un porcentaje más elevado de las ventas, mientras las recargas de teléfonos dejan un 5 %.No fue posible contactarse con el diputado del PLD, Domingo Eusebio de León Mascaro, propietario del consorcio La Solución; con Alexander Javier Cuevas, del PRM, dueño de Bancas Alex L ni con Juan Carlos Echavarría Milané, del PLD, del consorcio Joselito. A Orlando Antonio Martínez Peña, de bancas OM, se le dejaron varios mensajes con su asistente, pero nunca respondió.

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