diariolibre - 2 days ago

Cuando Pedro Martínez llegó a Campo las Palmas, hogar de Dodgers de Los Ángeles en la Republica Dominicana, era el hermano de Ramón , pero el joven lanzador, con apenas 16 años, llegó con sus propias metas, con sus sueños.Aunque no le molestaba que lo identificaran por sus lazos familiares con el espigado lanzador derecho, estelar de momento en la organización de Grandes Ligas, siempre manifestó que trabajaría para crear su nombre y ser tan bueno como Ramón.Al final de su carrera, el esfuerzo tuvo su recompensa y Pedro El Grande tiene un nicho en el salón de los inmortales del béisbol de los Estados Unidos y en su natal, la República Dominicana.Con Rafael Ávila a la cabeza, Elvio Jiménez, Teodoro Martínez, Eleodoro Arias, José Luis Montalvo y Algona Read, en el Campo Las Palmas todos aportaron para el desarrollo del estelar lanzador derecho.Además de su gran repertorio monticular, el dominio del juego, inteligencia con que lanzaba, Pedro cultivó, practicó y siempre se conoció por su gran formación hogareña, por lo que el “agradecimiento”, siempre lo tiene presente.El agradecimiento lo hace recordar a quien fue su maestro constructor, la persona que trabajó con él día a día, hombro con hombre, y que aun, siendo de otra organización, siempre estuvo presente con sus consejos, indicándole como hacer mejor sus lanzamientos.Para Pedro Martínez su carrera se la debe en gran parte a las enseñanzas de quien fue su primer instructor monticular: Eliodoro Arias.Arias también tuvo que ver tuvo que ver con la formación de otros lanzadores estelares de los Dodgers que llegaron a las Grandes Ligas, que estuvieron en el país, entre los que figuran Ramón Martínez, hermano de P Pedro Julio Astacio, José Parra, Darío Veras, Roberto Durán, José Tapia, Jesús Martínez, el venezolano Omar Daar y el mexicano Ismael Valdez.Y sin pertenecer a los Dodgers Juan Guzmán asistió más de una vez al Campo Las Palmas, para ser auxiliado por Arias, lo mismo que Pedro, ya con los Expos, Boston, Mets y Filadelfia y Astacio, estando con Colorado, Houston, Mets y Chicago White Sox.“Agradezco primero a Dios por la salud que me dio, que me permitió brillar en una época donde los esteroides lo consumían muchos bateadores de poder en las Grandes Ligas y no tuve que acudir a esos medicamentos para desarrollar mi carrera, mi salud, se la agradezco a él; mi desarrollo en gran parte a mi decisión y fortaleza y auxilio de mi familia y al apoyo que encontré en Eleodoro, que sin importar hora, 1:00 de la mañana o 1:00 de la tarde, tomaba el teléfono y me decía, está haciendo esto mal, corrígelo de esta manera”.Por esas consideraciones Pedro El Grande considera que a Arias le debe gran parte de lo que fue su carrera dentro del terreno de juego. “... Siempre estuvo pendiente de mi mecánica de picheo, sin importar que perteneciera o no a los Dodgers”, agregó.Pedro afirma: “Agradezco el trabajo, el tiempo, el esfuerzo, el cuido de Eliodoro Arias, y lo considero como el bastón que me ayudó a caminar mis pasos por el béisbol profesional”.

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